Quién me iba a decir a mí que, después de tener el juego sin usar más de un año en la biblioteca de Xbox One por una muy mala primera impresión, en 2020 iba a estar estar enganchado a Day Z.
Cuando hace más de trece años me enseñaron Hattrick no pensé que nuestra relación iba a llegar tan lejos, pero por el momento, he invertido horas en tres etapas muy distintas de mi vida sin arrepentirme de ello. Tanto es así que, gracias a una campaña de email que tocaba la nostalgia de antiguos jugadores he vuelto a caer.
Dead by Daylight fue uno de esos juegos multijugador a los que llegué sin saber muy bien como, pero para mi sorpresa necesitó sólo un par de partidas para engancharme y sacarme una sonrisa.
Resident Evil Zero puede ser un buen comienzo para los que se quieran iniciar en la saga, ya que comparte virtudes con las que bajo mi punto de vista son las mejores entregas.
Cuando jugamos todo es posible, podemos volver atrás y avanzar en el tiempo, fantasear o simplemente pasar el rato. Experiencias, competiciones, hay más de mil formas de disfrutar de los juegos y cada una puede tener su momento.